Cabalgaba
El conde Olinos
Por un bosque de castaños
cabalgaba el
conde Olinos
por un bosque
de castaños.
Va a dar agua
a su caballo
A la orillita
del rio.
Mientras el
caballo bebe
Él canta dulce
cantar.
Todas las aves
del cielo
Se paraban a
escuchar.
Caminante que
camina
Olvida su
caminar,
Navegante que
navega
La nave vuelve
hacia allá
Desde las
torres más altas
La reina le
oyó cantar:
-mira hija cómo
canta
La sirenita
del río.
-No es la
sirenita, madre,
La de tan
bello cantar,
Sino que es el
conde Olinos
Que por mí
penando está.
-Si por tus
amores pena
Yo le mandaré
matar,
Que para casar
contigo
Le falta
sangre real.
No le mande
matar, madre,
No le mande
usted matar;
Que si mata al
conde Olinos
A mí la muerte
me da.
Guardias
mandaba la reina
Al conde
Olinos buscar,
Que lo maten a
lanzadas
Y arrojen su
cuerpo al río.
La infanta con
grande pena,
No cesaba de
llorar.
Él murió a
media noche
Y ella a los
gallos cantar.
A ella, como
hija de reyes,
La entierran
junto al altar,
Y a él como
hijo de condes
unos pasos más atrás.
De ella nace
un rosal blanco;
De él un
espino albar.
Crece el uno
crece el otro,
Los dos se van
a juntar.
La reina, llena
de envidia,
A ambos los
mandó cortar.
El hombre que
los cortaba
no cesaba de llorar
Del rosal
nació una garza;
Del espino, un
gavilán,
Juntos vuelan
por el cielo,
Juntos vuelan
par a par.
Lara Marín
Texto aportado por Isabel Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario